martes, 1 de enero de 2013

¡¡¡Feliz 2013, Xocolater@s!!!

Hemos dejado atrás un 2012 complicado, lleno de promesas incumplidas (incluída la del fin del mundo), pero tenemos que mirar al frente como si no notáramos ese color oscuro que sigue rodeándolo.

Hoy queremos hablaros de objetos sexuales (y no sexuales) encontrados en cavidades humanas. No sé si sabéis que nosotras somos enfermeras y trabajamos en un hospital donde se puede ver casi de todo. El secreto profesional nos impide dar datos concretos sobre el paciente pero sí podemos contar las anécdotas que hemos vivido.

En los tiempos que corren no es de extrañar que mucha gente acceda a jugar con productos caseros en lugar de comprar juguetes eróticos, pero hay que tener en cuenta que estos no son anatómicos y pueden ocasionarnos problemas y accidentes.
También sucede en muchas ocasiones, que la pareja o familia del paciente que acude a urgencias con el problema, no es conocedora de estas prácticas, por lo que en lugar de proporcionarse objetos adecuados, suelen recurrir a botes, palos, frutas, botellas y otros artilugios.

En nuestra experiencia laboral hemos podido conocer los casos de un paciente varón de mediana edad que acudió con un bote de guindas impactado en su recto, otro paciente de unos 40 años que llegó con un tapón de laca (de los grandes, tamaño mata-moscas) y enormes dolores, un paciente joven que disfrutaba metiéndose por la uretra dos alambres pelados y dándose pequeñas descargas eléctricas (pero, ¡oh sorpresa!, cuando quiso sacar los alambres éstos se habían enroscado sobre sí mismos y actuaban como anzuelos), y otro señor que acudió con lo que en principio pensábamos, era una manzana, pero resultó ser una patata, que para el caso...

Lo curioso de todos estos casos, no es que la gente use objetos domésticos para satisfacer sus deseos sexuales, ni que sus parejas o familias no lo sepan y cuando acuden al hospital suelen pedir que sigan sin enterarse...Lo curioso de todo es que en un altísimo porcentaje, una persona adulta cuente como causa del accidente que se ha resbalado y caído de forma fortuita sobre dicho objeto y que asombrosamente se le ha introducido dentro de su cuerpo. Me conmociona pensar cómo el sentimiento de vergüenza puede hacer que inventen este tipo de excusas.

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